Ayuda y Entrenamiento

Desafío 3 : Sacar de lo malo algo bueno

Comienza

El drama de Génesis continúa- el drama del plan de salvación de Dios-, rescatando a la humanidad de las consecuencias de su rebelión y de su pecado. Las primeras personas han desobedecido a Dios y han sido exiliadas del perfecto jardín del Edén, pero Dios no deja a la humanidad sin un futuro o sin esperanza. Él prepara, en consecuencia, un gran plan para restaurar la relación rota.

Dios ha escogido a la familia de Abraham para que sea el foco de las promesas de su pacto- no naciones poderosas o gobernantes sabios. (Mira en la página 11 de El gran desafío de la Biblia para saber más de las promesas del pacto entre Dios y esas personas) Isaac, el hijo de Abraham y Jacob, su nieto, han experimentado la confirmación de esas promesas pero están lejos de ser una familia ideal como ya hemos visto (Génesis 27, 28 mira también la historia de Isaac e Ismael en Génesis 21:8-20).

Ante la dificultad y la oposición, Dios toma el control y preserva a su gente y su promesa. La historia de José es una historia de ruptura familiar, de intriga política y de desastre y recuperación nacional. Un hombre protagoniza esto, pero Dios es el verdadero iniciador de la acción, como José reconoce en Génesis 50:19,20.

Era un tiempo de convulsión internacional con personas migrando en búsqueda de comida. A través de esto, Dios está obrando en sus propios propósitos. La promesa a Abraham, que de nuevo parece estar bajo amenaza, se mantiene. En el proceso, José es protegido de sus hermanos y de las seducciones de Egipto- financieras y sexuales. Él obtiene su libertad y una posición de autoridad.

Finalmente tenemos una imagen de la transformación y la reconciliación en el momento en el que José y sus hermanos vuelven a estar juntos.