Desafío 8 : ¡Problemas!

40. La caída de Jersualén

¿Oyes hablar de personas que hacen cosas malas, en las noticias, en libros o en programas de televisión? ¿Qué crees que debería ocurrir?
¿Alguna vez has hecho algo mal, a pesar de que te dijeron que no lo hicieras? ¿Qué crees que debería ocurrir?
¿Alguna vez has hecho algo, aunque sabes que no es lo que Dios quiere que hagas? ¿Qué crees que debería ocurrir?
¿Qué tipo de cosas pueden alejarte de Dios?
 La caída de Jersualén
Empieza el reto encontrando y leyendo este versículo en la Biblia: 2 Reyes 24:20.

La Historia hasta ahora

Como Israel se dividió en Judá (la parte sur donde estaba Jerusalén) e Israel (la parte norte), había diferentes reyes en cada país. Pocos de ellos querían vivir de una manera piadosa. Dios envió muchos mensajeros, sus 'profetas', para advertir a los reyes impíos, pero ellos no quisieron escuchar.
Después de muchos años, Dios no pudo ayudar más: la gente había demostrado que no deseaban su ayuda. Dios permitió que sus enemigos atacaran, y no rescató a su pueblo porque se habían negado a escucharlo.

2 Reyes 25: 1-11

Ahora leed juntos 2 Reyes 25: 1-11.

Qué sigue después

Los enemigos se apoderaron de Israel debido a la desobediencia de los reyes y la gente. El pueblo de Judá no hizo caso de esta fuerte advertencia y, 136 años más tarde, Judá fue conquistada y Jerusalén destruida (586 aC).
El pueblo de Dios estuvo en el exilio durante muchos años y, finalmente, comprendió la importancia de escuchar y seguir la Palabra de Dios, y de que Dios aún amaba a su pueblo. Algunos pudieron regresar a Jerusalén y tuvieron que reconstruir la ciudad, con un nuevo templo (535-515 a.C) y nuevas murallas (445 a.C).

Explora la Biblia

Contestad juntos las preguntas de El Gran Desafío de la Biblia de la página 54.

¿Sabías que?

Babilonia Babilonia fue un poderoso imperio y gobernó sobre muchos otros países. Estos decidieron tomar Jerusalén, y rodearon la ciudad por muchos meses. Como la gente no podía ir a buscar comida, el ejército atacó y rompió las murallas de la ciudad.

Destrucción El rey babilónico Nabucodonosor se aseguró de que todo lo valioso fuera tomado de Jerusalén. Los objetos de oro y bronce fueron tomados del Templo y el Templo mismo fue quemado; rompieron las paredes y destruyeron los palacios y las casas.

Exiliados Los babilonios también se llevaron a la gente porque eran valiosos como trabajadores. Solo las personas más pobres que no tenían nada se quedaron atrás.

 

Habla con Dios

Padre Dios, siempre estás allí en los mejores y en los peores momentos. Ayúdame a confiar en tu cuidado.

Pruébalo

Esto fue un final triste para el pueblo de Dios y fue lo peor que les podría haber pasado. Habían perdido todo, sus hogares, sus trabajos, su país. Muchos habían muerto, otros quedaron débiles después de meses de guerra y asedio. Lo peor de todo fue que el Templo, el símbolo del pacto de Dios con ellos, había sido destruido y consecuentemente su amistad con Dios. Pero todavía había esperanza, aunque hubo años difíciles, regresarían a Jerusalén y a su adoración y confianza en Dios.
Muchas personas en el mundo de hoy viven en situaciones tristes y duras. Quizás pueden estar hambrientos o sin hogar, debido a la guerra, las malas condiciones climáticas, los desastres naturales y los provocados por el hombre. ¡Pero aún hay esperanza!
Con tu entrenador de la Biblia, trata de descubrir una organización benéfica o de ayuda cristiana que ayude a las personas que intentan sobrevivir en situaciones desesperadas y ‘sin esperanza’. ¿Cómo están trayendo esperanza para el futuro, a esas personas?