Desafío 7 : La nación de Dios

31. Samuel escucha a Dios

¿Cómo sabes si es tu amigo el que está al otro lado del teléfono, cuando no puedes verlo?
¿Alguna vez pensaste que Dios te estaba hablando en voz alta?
¿Cómo puede la lectura de la Biblia ayudarnos a escuchar a Dios? ¿E ir a la iglesia y estar con amigos cristianos? ¿Cómo ayuda la oración a que Dios nos hable?
¿Se te ocurren otras formas en que Dios habla?
Samuel escucha a Dios
Empieza el reto buscando y leyendo un versículo de la Biblia, de 1 Samuel 3:10.

La Historia hasta ahora

En tiempos bíblicos, se esperaba que todas las mujeres casadas tuvieran bebés. Si no tenían un hijo, se sentían avergonzadas. Ana era una mujer sin hijos, por lo tanto oró a Dios y le prometió que, si tuviera un hijo, su hijo sería un servidor de Dios. Y tuvo un hijo llamado Samuel, que fue a servir a la casa de Dios, conocida como el tabernáculo o templo. Allí trabajó para el anciano sacerdote Elí. Samuel aprendió mucho de Elí, y siempre estaba listo para escuchar lo que Elí le decía.

1 Samuel 3:1-10

Ahora leed 1 juntos Samuel 3:1-10.

Qué sigue después

¡Samuel no tenía ninguna noticia buena para Elí! Debido a que Elí no les había enseñado a sus dos hijos a la manera de Dios, él sería el último juez de su familia. Samuel le dijo a Elí todo lo que Dios le había dicho, y él siguió siendo fiel a Dios, incluso si los mensajes que tenía que llevar a la gente no fueran mensajes agradables. Debido a su fidelidad, Samuel se convirtió en una persona importante para Dios, en el liderazgo del pueblo de Dios.

Explora la Biblia

Contestad juntos las preguntas de El Gran Desafío de la Biblia de la página 48.

¿Sabías que?

Samuel Significa ‘pedido a Dios ‘o ‘Dios ha oído’.

Silo Cuando los Israelitas tomaron la tierra que Dios les había prometido, construyeron la tienda del tabernáculo de reunión. La montaron en un lugar llamado Silo. Con el tiempo, la tienda fue reemplazada por algo más permanente, donde Samuel vivía.

Juez Samuel fue el último de los jueces o líderes del pueblo de Dios, del tiempo anterior a la monarquía. Hasta ahora, los israelitas no habían sido como otras naciones porque no tenían reyes. Dios era su rey, pero eso estaba a punto de cambiar.

 

Habla con Dios

Reflexiona cuidadosamente: ¿quieres que Dios te use? Si es así, utiliza la oración de Samuel y di: “Aquí estoy, Señor”.

Hablemos

Esto es lo que pasó cuando Simón y su padre Paul leyeron esta historia de la Biblia, juntos.

Simón tiene 6 años y vive en Inglaterra.
Simón dijo: “Mi pregunta más difícil es: ‘¿Cómo puedo oír a Dios?’.

Paul respondió: “Probablemente ya lo haces, pero a veces puede ser difícil darse cuenta cuando Dios te está hablando, al igual que Samuel no se dio cuenta cuando Dios lo llamó. Aunque a veces podemos escuchar a Dios hablarnos directamente, como hizo con Samuel, normalmente lo escuchamos de otras maneras. Dios a veces nos dice algo de la historia que acabamos de leer en la Biblia. Otras veces Dios usa a otras personas para hablarnos.
Para mí, la forma en que Dios me habla con más frecuencia es a través de una voz muy baja e interna. Por ejemplo, si estoy pensando en hacer algo que está mal, Dios puede hacerme sentir incómodo al respecto.
Todos debemos practicar la manera de escuchar a Dios y reconocer cuándo nos está hablando.

¿Qué dirías tú?

Pruébalo

¿Cómo habla Dios a la gente hoy en día? Coge una hoja grande de papel, y junto con tu entrenador de la Biblia, anota todas las formas que se te ocurran.
Aquí tienes algunas ideas:
• a través de la Biblia
• por el Espíritu Santo hablándonos a través de nuestro sentido de lo bueno y lo malo.
• a través de nuestros amigos.
• a través de nuestros líderes.
• en visiones y sueños.

Piensa en las veces que sabes que Dios te ha hablado. En tu hoja de papel, dibuja un círculo alrededor de esas formas. Habla sobre esos momentos con tu entrenador de la Biblia.
Dios habla de diferentes formas, y algunas veces no le escuchamos con claridad. Siempre podemos mirar a ver qué dice la Biblia, pedirle al Espíritu Santo que nos guíe y pedirles a otros cristianos que nos ayuden a escuchar a Dios con claridad. Lo importante es estar listo para escuchar y obedecer a Dios cada vez que nos hable.